¨Corre, no mires atrás, intenta no tropezar…¨ se decía a si mismo Sarmiento mientras dejaba atrás aquella callejuela infestada de turcos...
El alba rompió empañada por el humo del combate del día anterior. La sangre vertida embarrizaba el terreno, los cadáveres, (que se contaban por miles) hacían imposible caminar ...
Unos días después del desembarco de Barbarroja, Ulamen, el gobernador persa, llegó por tierra con sus 30.000 soldados
A buen seguro que todos los que en este momento prestáis atención a mi escrito habéis estado en Córdoba...