Ahora, en los finales de este 2017, cuando intento dar forma a estas líneas, estamos abocados a ese ya inmediato 2018, en el que el primer volumen del tomo LXXIV de la Revista de Estudios Extremeños verá la luz y estará a disposición de sus suscriptores, de sus lectores y del público en general.
Porque setenta y dos tomos de la Revista de Estudios Extremeños (REEx.) que corresponden a los publicados en los sesenta y dos años transcurridos entre 1945 y 2016. Esos años, esa realidad de volúmenes editados del I al LXXII, por lo general con tres o cuatro números anuales, constituiría un logro importante y significativo para toda “Revista histórica, literaria y artística”. Y lo constituye para la REEx., cuanto más, como es bien sabido, es directa heredera, cuando no la misma entidad de la que fuera Revista del Centro de Estudios Extremeños, aquella lúcida iniciativa que allá por 1927 veía su primer número.
Así se manifestaba de forma expresa: En las páginas iniciales del número I de 1945, en unas breves líneas, “Una nueva etapa”, se formulaba esta expresa declaración: “Como ya habrán advertido nuestros lectores, al llegar este número a sus manos, la Revista del Centro de Estudios Extremeños cambia su título por el de ‘REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS’” advirtiendo “El nuevo título no implica nueva Trayectoria ni nuevos fines y propósitos.”
La publicación nacida en 1927 era otra feliz consecuencia de la decisión adoptada dos años después de crear el Centro de Estudios Extremeños por la iniciativa de Don Sebastián García Guerrero, Presidente de la Excelentísima Diputación Provincial, línea de actuación en defensa de la cultura y de lo extremeño mantenida por todos los sucesivos Presidentes de la Institución provincial.
Entre 1927 y 1944 transcurren 18 años en los que se editan otros 18 volúmenes, del I al XVIII. Dicho de otra manera, dieciocho años, dieciocho volúmenes de la Revista del Centro de Estudios Extremeños más setenta y dos años, setenta y dos volúmenes de la Revista de Estudios Extremeños significan que en este año de 2017 celebraremos el NOVENTA aniversario de aquella iniciativa de 1927 y la REEx. ha visto publicado su Tomo LXXIII, entrando así en los noventa y un años de vida.
Y esos pasados Noventa años de una Revista se hacen acreedores a algún tipo de Homenaje. Así lo entendió su Consejo de Redacción y buscando homenajear esa realidad casi centenaria, ese marco temporal delimitado por1927 y 2017, con la publicación de un volumen para el que estudiosos de ese objeto investigador inmediato que constituyen las poblaciones extremeñas y sus comarcas, entendidas en un sentido amplio, elaborarán y redactarán trabajos en los que se plasmarán retratos de esos 90 años en su espacio vital, fotografías de ese dilatado momento, un rescate espacio-temporal con una perspectiva social, económica, histórica, demográfica,... de ese Tiempo, entre el nacimiento de la REEx., en 1927, a los momentos actuales, un cuadro de esos 90 años.
Y esos propósitos son ya una gozosa realidad en un denso y completo volumen articulado desde esos objetivos de investigación científica y gracias a las generosas aportaciones de buen número de Cronistas Oficiales de Extremadura y otros investigadores de las realidades locales regionales quienes de forma entusiasta y casi generalizada respondieron a la demanda que desde el Consejo de Redacción de la REEx. a todos y cada uno de ellos se les formuló para rendir homenaje a sus noventa años. Y todo precedido de unas visiones, desde la Historia, desde la Geografía, desde la Economía y desde la Sociología, de la globalidad extremeña en esas nueve décadas que median entre 1927 y este 2017 que se nos marcha.
Buscábamos ofrecer fotografías locales del marco temporal delimitado por el nacimiento de la Revista de Estudios Extremeños, en 1927, hasta los momentos actuales. Un cuadro de ese marco temporal, de esos 90 años, incentivando el rescate de ese tiempo en sus ámbitos locales con una perspectiva social, económica, histórica, demográfica... de ese Tiempo Corto.
Y sirvan estas líneas de modesta gratitud, personal e institucional a todos y cada uno de ellos, que brindaron su saber, su tiempo y su esfuerzo para ofrecernos un doble volumen de más de 1.600 páginas que constituyen, ya con seguridad, obra de referencia para el estudio, el análisis, la comprensión y la aprehensión del objeto primario estudiado.
Muchas realidades estructurales conforman la densa historia, el pasado de la Diputación de Badajoz en las dos centurias largas de su vida de servicio permanente a los habitantes de la provincia de Badajoz, de servicio intenso en la multiplicidad de campos sobre los que podríamos dialogar. Y sobre los que muchos investigadores y analistas han escrito y reflexionado, con lo que la producción historiográfica sobre la Diputación de Badajoz es rica y abundante. En la que se ha destacado el compromiso de la Diputación de Badajoz con la cultura, y muy especialmente con la REEx.
Y permítaseme recordarlo: la Revista de Estudios Extremeños que recoge el testigo de la Revista de Extremadura (1898-1911) y de Archivo Extremeño (1908-1911) es en los momentos presentes la decana de las publicaciones culturales de media-alta investigación extremeñas y sólo la Revista de Guadalupe es previa en su aparición ya que nace en 1906, con un contexto religioso y social.
Y también, la REEx. es una de las más veteranas dentro de las publicaciones periódicas de los cincuenta y ocho centros u organismos de investigación local que, bajo diferentes denominaciones -Centros, Institutos, Fundaciones, Museos, Reales Academias, etc.- y situaciones jurídicas, se integran en la Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CECEL), uno de cuyos objetivos se articula en torno al impulso de los estudios de investigación local y en la tarea de coordinación de los Centros Federados con los de los respectivos institutos y centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Desde 1927 hasta la actualidad, el éxito, la pervivencia y el valor de la REEx. radica en diversos elementos. Por un lado, su línea editorial, que recoge desde los inicios distintas secciones referentes a la realidad extremeña. Con ello, los trabajos y artículos que al cabo de estos sus primeros 90 años pueden mostrar son, sin subjetividades, sin adjetivación de tipo alguno, ciertos y seguros: en torno a 85.000 páginas, más de 2.500 trabajos de investigación básica y de revisión, centrados en temas siempre relacionados con Extremadura, con los extremeños y con lo extremeño.
Sin que olvidemos su pervivencia y persistencia en el tiempo y la regularidad de su publicación y llegada a sus lectores, de tal forma que en sus noventa años de existencia, siempre se han editado y publicado los tres números anuales, con tiempos de cuatro números por año. En conjunto, noventa tomos.
La diversidad de secciones presentes en los números de la Revista constituye un elemento destacable: Estudios, el núcleo esencial de la publicación; Miscelánea, breve apartado en el que se recogen de forma puntual noticias e informaciones relacionadas con el mundo cultural; Reseñas de libros y, la última sección introducida hace pocos años, Sinergia, un intento de presentar los trabajos que sobre una materia o sobre un tema determinado se fueron publicando a lo largo y ancho de los ejemplares de la Revista.
Y se han producido números monográficos, Homenajes a destacadas figuras e importantes personajes como Benito Arias Montano, Francisco de Zurbarán, Manuel Godoy, Vicente García de la Huerta, Juan Manuel Rozas, Ángel Rodríguez Sánchez, Fernando Serrano Mangas, Julio Fernández Nieva, José Álvarez Sáenz de Buruaga...
De manera semejante, se han editado números, ordinarios o extraordinarios, sobre Instituciones y/o temas muy diversos: sobre el Seminario Diocesano de San Atón, en los 350 años de su fundación; la Medicina popular; el Campo de Concentración de Castuera; las Actas del Congreso “Extremadura hacia la contemporaneidad (1808-1874)”; las Actas del Congreso “Extremadura durante la II República (1931-1936)”: cuatro números con el genérico objetivo investigador de Extremadura en el transito del XIX al XX; Antropología y folklore; Cultura y Patrimonio artístico en la Frontera,…
La existencia de un muy importante protocolo de intercambio con otros Centros, Universidades e Instituciones investigadores de España, de Europa y América constituye en elementos de singular importancia, con el que además de divulgar y difundirla por ámbitos culturales destacados, se logra incrementar los fondos hemerográficos de la Biblioteca del Centro de Estudios Extremeños, desde donde se procede a su envío gratuito a Bibliotecas y Agencias de lectura de la provincia de Badajoz y parte de las de Cáceres. Y puesta a disposición de cualquier lector en cualquier lugar del planeta ya que está íntegramente digitalizada con acceso libre para todos los contenidos de todos los números editados.
E incluso se trató de dar plena satisfacción a un elevado número de bibliófilos, particulares y de Instituciones, que deseaban disponer de ejemplares de los primeros números editados, por lo que se realizó una edición facsimilar de los siete primeros tomos, los correspondientes a los años 1927 a 1933.
Con seguridad lo creo y lo afirmo. La REEx. seguirá caminando hacia sus segundos noventa años, manteniéndose en la búsqueda y en la consecución de lo que pedía Jacques Le Goff: “La memoria intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento”.
Porque entiendo que desde la REEx. se ha intentado, y se ha logrado con pleno éxito, obviar el riesgo que José Saramago advertía: “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina por la indiferencia.”
Caminando,...caminamos."
Francisco Rangel Rodríguez 16:00 13 diciembre 2017
