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CRÓNICAS DEL PASADO EXTREMEÑO (I) BADAJOZ: LA MEMORIA DE MENACHO

04 mayo 2017

En los primero días del abril de 1812 la ciudad de Badajoz era violentamente asaltada y tomada por tropas inglesas y portuguesas...

En los primero días del abril de 1812 la ciudad de Badajoz era violentamente asaltada y tomada por tropas inglesas y portuguesas. Diversas iniciativas han recordado estos aconteceres, desde las miniaturas expuestas en la Sala de los Sitios del Museo de la Ciudad Luis de Morales en las que se han representado algunos episodios de unos días dramáticos y sangrientos hasta visitas didácticas por los espacios urbanos en los que se desarrollaron.

Por otro lado, en los primeros días del pasado mes de marzo se celebraba ante el túmulo erigido en 1911, con ocasión del centenario de su muerte, en el Claustro de la Catedral de Badajoz un acto de homenaje al general Menacho.

Se recordaba así, como cada año suele ser habitual por esas fechas, los 206 años de su trágica y heroica muerte, acaecida el 4 de marzo de 1811, mientras en la Guerra de la Independencia intentaba rechazar a las tropas francesas que asediaban la ciudad y que terminarían ocupándola.

En el transcurso de este acto, el alcalde de Badajoz anunció la decisión municipal de levantar una estatua en homenaje al heroico defensor de la ciudad, con lo que se le honrará, como se hizo, por ejemplo, con Ibn Marwan o con Godoy. Excelente idea aunque se mantenga la deuda ciudadana, a la que me refería desde las páginas del diario HOY de 18 de octubre de 2016, con Alfonso IX.

No ha sido ese el caso con el General Menacho. La futura estatua que recordará su gesta y su valor, una excelente iniciativa, será la tercera de las formas en que Badajoz le agradece su sacrificio. Una feliz y afortunada culminación de ese túmulo levantado en el claustro catedralicio y del monolito que se había inaugurado el 2 de mayo de 1893 y que había sido erigido en cumplimiento de un acuerdo municipal adoptado en 1892 y levantado en el Baluarte de Santiago, donde murió el Gobernador de Badajoz.

¿Cómo vivió la ciudad de Badajoz y sus habitantes ese 2 de mayo de 1893, aniversario del comienzo de la Guerra de la Independencia en que se iba a rendir homenaje a Don Rafael Menacho y Tutlló, el heroico Gobernador de la ciudad, muerto en su defensa?

Trabajando para aproximarme a otros objetivos investigadores llegué al número 432 del semanario El orden, que en su cabecera se denomina “Periódico político independiente, científico, literario y de intereses generales. Órgano de la cámara de comercio de Badajoz”, correspondiente al 2 de mayo de 1893 (http://prensahistorica.mcu.es/es/publicaciones/numeros_por_mes.cmd?anyo=1893&idPublicacion=3771 ) dedicado en su totalidad a recordar y ensalzar acontecimientos de la Guerra de la Independencia, destacando en su portada un recuadro encabezado con una cruz y el texto “1808-1811 A los mártires de la Independencia Española, La Redacción de El Orden.”

Las cuatro páginas de la publicación están centradas en diversos análisis de la problemática ligada a la Guerra de la Independencia, con diversos títulos y enfoques de análisis: Dos de mayo, breve reflexión sobre los precedentes que llevan al día glorioso; Badajoz en 1808 á 1811, descripción de aconteceres de ese tiempo en la ciudad precedida de referencias a pasadas situaciones bélicas y un apasionado relato de la biografía, hazañas y actuaciones del general Menacho y un apasionado recuerdo a los Héroes de la Independencia española.

Y finalmente un relato, una crónica periodística con esclarecedor título: La manifestación de hoy, de la que transcribo las partes que me parecen mejor reflejan los hechos, situaciones y vivencias de los vecinos y visitantes de la ciudad en un día que debió transcurrir plagado de emociones y de recuerdos.

“En la Plaza de San Juan.
La concurrencia en este sitio era muy numerosa. Los invitados esperaban unos en la plaza y otros en los balcones del palacio municipal; en los corros se comentaba la sublime epopeya del 2 de Mayo.
Cuatro guardias civiles y un cabo, formaban la descubierta y detrás en dos filas y por el orden siguiente figuraban: Fila derecha, Comisiones militares. Fila izquierda, Comisión del Cabildo Catedral, de la Comisión de monumentos históricos, del Instituto, de la Escuela Normal, Inspector de escuelas públicas, Director de Correos, de Telégrafos, Administrador de Propiedades, de Contribuciones y personal de las dependencias del Estado.
En el centro formando grupos y llevando coronas:
El Círculo Progresista.
Ateneo Obrero.
Ateneo Escolar.
Cámara de Comercio, con estandarte.
Directores y redactores de los periódicos locales.
Real Sociedad Económica, con estandarte.
Ayuntamiento con estandarte, maceros y todo el personal.
La presidencia la constituían el Ilustrísimo Sr. Obispo, en el centro; á su derecha el señor Alcalde y á la izquierda el Coronel de la Zona Sr. Gelabert.
En último término iba el piquete de honor con bandera y música.”

Los redactores de El Orden prosiguen describiendo el ambiente y las realidades que encuentran por la ciudad.

“La calle de Menacho.
Hicimos alto en la de Pizarro porque al entrar en la de Menacho el golpe de vista que presentaba esta, desde la plaza de Ayala, era imponente y magestuoso.
Los balcones y la calle cuajados de jentes y de soldados, á lo lejos se veía la cúpula del monumento destacándose en el fondo verde que prestan los árboles que le circundan y en un horizonte despejado y claro; y en la escalinata de acceso, los rayos del sol se quebraban en las relucientes chapas de los cascos y en los sables de los militares que formaban el acompañamiento del Capitán general.
La caballería fue la primera que hizo firme, y cuando la procesión entró en esta calle, el regimiento de Castilla y el batallón de Cazadores se abrieron en dos columnas dejando una abertura en toda la longitud de dicha calle suficiente para el paso de la comitiva que de un modo triunfal avanzaba en dirección del baluarte de Santiago.
La descubierta de la guardia Civil que iba á la cabeza de la procesión, hizo alto cerca de la escalinata.
La presidencia avanzó hasta cerca de éste y unida al Capitán general se colocaron todos al lado de los sillones colocados previamente como designación de sitio.
Si imponente era el golpe de vista que presentaba la calle del Pozo, más imponente aún lo estaba el sitio que hasta ahora se ha llamado Memoria de Menacho.
La mayor parte del vecindario se veía allí mezclado, confundido, escalonando los sitios más altos para ver mejor, formando, en una palabra, una masa compacta de carne humana que se agitaba en distintos sentidos, haciendo los de atrás vacilar en sus piés á los que se situaban delante.
Así es que cuando la procesión apareció en el baluarte una expectación general se produjo y la alegría y admiración con mezcla del pesar sugerido por el recuerdo de las víctimas de la perfidia francesa, corrió por todos con rapidez asombrosa, cual fluido eléctrico que se hubiera comunicado á todos los reunidos en aquel baluarte.”

Los redactores de El Orden se centran, aunque no los reproduce por falta de espacio según propia declaración, en Los discursos pronunciados por el Capitán General, por el Alcalde de Badajoz y por el propio Director del El Orden, Don José Díaz Macías en nombre de la prensa; en La bendición, La Misa de campaña y El desfile, para concluir con la enumeración de las Coronas:
“La de la prensa periódica de la localidad, de flores naturales con una inscripción que dice: “La prensa de Badajoz al valor y la lealtad.”
La del Excelentísimo Ayuntamiento, también de flores naturales, con dedicatoria que dice: “El pueblo de Badajoz á sus heróicos defensores.”
La de la guarnición, de flores artificiales, en cuya cinta se lée: “La guarnición de la plaza. A sus compañeros defensores de Badajoz. Al valiente é ilustre general Menacho.”
La del Ateneo Escolar, de flores naturales, con inscripción que dice: “El Ateneo Escolar al General Menacho.”
La del Casino republicano-progresista, con cintas de color y dedicatoria que dice: “Círculo progresista al invicto General D. Rafael Menacho.”
La del Ateneo Obrero, de flores naturales, en cuyas cintas se lée: “El Círculo Obrero á los mártires de la Independencia.”
La del Círculo Mercantil, de flores naturales, con inscripción que dice: “Círculo Mercantil á Menacho.”
La del Ejército, de flores naturales con inscripción que dice: “De morir por la patria tuviste la gloria.”

El número de El Orden concluye con una Última hora, según la cual

“El Ayuntamiento en nombre del pueblo ha invitado para esta noche á una recepción, en sus salones, á todo el elemento militar de esta plaza y sus distinguidas familias.
De tan hermoso acto, que como muy oportunamente dice la esquela de invitación, sella las fraternales relaciones que existen entre el ejército y el pueblo, daremos cuenta en nuestro próximo número.”

Una bella, popular y patriótica ceremonia en la que debió de participar todo el Pueblo de Badajoz. Lo transcrito no fue el único reflejo aparecido en la prensa de la época. Sobre ella habremos de volver, como sobre otros relatos periodísticos en los que se muestran mínimos aconteceres que pese a su aparente pequeñez y posible escasa significación para la Historia, con mayúsculas, también formaron parte de las vivencias de las gentes que nos precedieron.

Realidades que intentaremos englobar en unas genéricas CRÓNICAS DEL PASADO EXTREMEÑO.

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