Somatizar, según aparece en los medios especializados, es un proceso donde los problemas emocionales y psicológicos son expresados a través de síntomas físicos.
Si lo trasladamos hacia lo que pueden ser, metafóricamente hablando, las resoluciones que se aplican a la vida pública por parte de algunos responsables o dirigentes políticos, nos percatamos que, en muchas ocasiones, parece que actúan, no buscando el interés general de la ciudadanía, sino extrapolando alguna inquietud, ya sea personal, ya sea íntimamente vinculada a su ideología, trascendente o no para la mayoría.
Si bajamos al terreno de lo concreto, entiendo que la pugna de la derecha por evitar que haya un espacio que le haga la competencia ( bien electoral, bien parlamentaria) se dirige a una apariencia de centralidad y a una demostración real de extremismo, cuando no de radicalidad.
Eso, sin tener en cuenta, las veces en las que el discurso va muy ajeno y alejado a la práctica ( algo a lo que lamentablemente ya estamos acostumbrados).
De esta manera podemos ver cómo se buscan enemigos imaginarios. Es el caso de la Junta de Extremadura con el Gobierno de la nación. La estrategia consiste en rehuir la solución de problemas cercanos o buscar la interlocución con los afectados y con aquellos que pueden influir o intervenir en la resolución de las demandas que afectan a nuestros paisanos.
Así, nos encontramos con una pérdida de tiempo constante en lo que coloquialmente se conoce como “ raca raca”. Se le da vueltas a los temas, se cambia de lugar la “ pila”de documentos, se inicia un trasegar de las cuestiones de un Departamento a otro, se dan ruedas de prensa o declaraciones a los medios, con la única misión de descalificar al proponente ( a la oposición) y una vez tras otra, se acusa recibo de que los que deben trabajar en el tema siempre tienen que ser los otros.
Por ese motivo, sería importante que a las hojas de ruta, con el nombre rimbombante de planes reflejados en acrónimos, se le acompañe, al menos, un listado de datos con fechas, números, responsables de ejecución y rendiciones de cuentas.
De lo contrario, seguiremos somatizando, es decir, interrogándonos desde el interior sobre la manera de hacer que aquello que nos afecta salga al exterior convertido en un problema público.
A mi juicio se trataría de lo contrario. Hay que buscar fórmulas, si ya es difícil o complicado el encuentro con los que no opinan como tú, sí que al menos den una respuesta efectiva y sin maquillaje ni matices a lo urgente y lo importante.
Para ello se necesita talla y a la vez cintura política. Estamos a la espera.