Tuve la suerte de coincidir con Matilde Muro en unas Jornadas donde ambos impartíamos una conferencia. En ellas, la escuché reflexionar sobre la importancia de la fotografía como elemento testimonial de un hecho.
En la imagen queda reflejado, no sólo un momento, un acontecimiento, sino también se da fe de una realidad. Hablábamos acerca de la organización primigenia del movimiento obrero extremeño y surgió el debate relacionándolo con la supuesta mala situación que ha dejado la Historia a Extremadura.
Matilde nos recordaba, que esos campesinos retratados, unos haciendo sus labores, otros padeciendo multitud de miserias, muchos en actitud levantisca, no eran diferentes de los que ella había visto en otros lugares de España. Son la captura de un contexto que ayuda a los historiadores a corroborar las tesis que se apuntan en la documentación consultada.
Por eso he querido titular hoy la columna con la palabra asperjar. Significa según el Diccionario de la Real Academia Española, rociar, esparcir con gotas menudas. De eso trata nuestra evolución. Ir acumulando pequeñas experiencias que en el balance que da el paso del tiempo supongan grandes transformaciones.
Cierto es, que aquí no ha habido revoluciones industriales ( algunos ahora las echan de menos) pero no lo es menos que siempre hemos pretendido no desvincularnos de lo que sucedía alrededor nuestro. Eso sí, en muchas ocasiones con un gran retraso en su puesta en marcha.
Hemos conseguido además ser pioneros en algunos avances ( recuerdo a modo de ejemplo la puesta en marcha de la primera línea telefónica en España desde un domicilio de Fregenal de la Sierra).
También hemos sido capaces de movilizar a la ciudadanía cuando se trataba de reivindicar algo que considerábamos de justicia.
En este momento queremos liderar un cambio de modelo económico que puede suponer una modificación evidente de las relaciones sociales y fundamentalmente de nuestros hábitos y costumbres.
De esta manera, el siglo XXI que avanza con paso decidido, traerá a Extremadura una nueva fotografía que, como esas gotas menudas de las que hablábamos anteriormente, nos hará, con toda seguridad, mejores en todos los sentidos.