El domingo pasado culminaron los actos de celebración del 104 aniversario de la creación de la Agrupación Socialista de Plasencia. 104 años en los que todos sus Secretarios Generales, desde el primero, Luis Simó Sepó, hasta el actual, Alfredo Moreno, se han dejado la mejor de sus energías por contribuir al progreso de sus vecinos.
Del mismo modo, todas y todos sus militantes, ya sean de base, ya hayan ocupado cargos públicos o de representación orgánica, han tratado de profundizar en la plasmación práctica de la ideología que con tanta pasión les acogió.
Decía en mi intervención, dentro de estos actos, que me parecía importante resaltar el esfuerzo colectivo para conseguir los mejores objetivos. Sin embargo era, del mismo modo de justicia, no olvidar con el paso del tiempo los nombres de aquellos personajes que dejaron su huella, su impronta, en la gestación de esta centenaria organización.
Así, en medio de una ciudad presidida por enormes desigualdades y por una secular mala distribución de la riqueza, un grupo de placentinos presentaron en el Gobierno Civil el 26 de enero de 1918 su proyecto de Reglamentos ( fue aprobada y definitivamente constituida la Agrupación, unos meses después, el 20 de julio de 1918).
Nadie puede ocultar que durante sus años de vida los socialistas placentinos ha pasado por todo tipo de singladuras. Unas más positivas que otras. Pero, no es menos cierto, que con gente como el citado Luis Simó, Santiago Bordallo o Raimundo Lorenzo, durante la Segunda República, vivieron momentos de gran esplendor. Sin olvidarnos de la legendaria figura del alcalde Julio Durán.
Un potente equipo de concejales ( como olvidar el encuentro tenido en los años 80 con el “topo” Severiano Caldera) y una base social que les mostraba su apoyo, les hizo coger fuerzas para que tras la larga Dictadura de Franco, el PSOE siguiera aportando sus propuestas a la sociedad de la perla del Valle.
Los resultados electorales, tanto los acontecidos en la Segunda República como los que han devenido desde la Transición a nuestros días han mostrado que el trabajo realizado tiene su consecuencia al socaire de lo que generalmente sucedía en su entorno.
Aprendiendo de las derrotas, reafirmándose en las victorias, los de los 104 años quieren continuar transitando un camino que permita recuperar espacios y sobre todo compartir experiencias con aquellos que decidan acompañarnos.
Ha habido desde entonces muchos paralelismos con lo que sucede en la actualidad: se han pasado crisis, se ha gobernado, se ha estado en la oposición, se han coordinado con otras instituciones supramunicipales del mismo o distinto signo político…. En definitiva, se ha hecho realidad el sentido de una organización política: ser servidores públicos.