Hace unas semanas hablábamos en estas páginas sobre aprender a lo largo de toda la vida, poniendo como ejemplo el Congreso de Aprendizaje. Hoy nos vamos a referir a otro proyecto, que también hemos debatido en la Asamblea: el Laboratorio de Innovación Cultural.
Se trata de una iniciativa en la que están comprometidas las dos Diputaciones, la Junta de Extremadura y la propia Fundación Extremeña de la Cultura.
De su contenido, podemos avanzar que va a ser un proyecto europeo y a la vez transversal en el que desempeña un papel esencial la denominada Nueva Bauhaus europea.
Estamos ante un espacio de reflexión y creación colectiva donde se pretende que la sostenibilidad y la inclusión sean determinantes. Por esas razones, entiendo que precisamente en Extremadura se puede sacar mucho juego a estas pretensiones.
Además se tiene mucho en cuenta la dimensión cultural y creativa que aparece en el Pacto Verde europeo.
Pero quizás lo que me resulte más atractivo de todo el Proyecto es el espíritu colaborativo que hace que se puedan reunir distintas disciplinas para acercarse a la sociedad, a la industria y al mundo de la política.
De esta manera se podrán conectar a las personas en un intento de creación colectiva.
Sin duda una experiencia que aquí en Extremadura puede resultar apasionante.
Se trata, por consiguiente, de planteamientos interdisciplinares y sobre todo participativos.
Y en el caso que nos ocupa y nos debe enorgullecer una vez que podamos ponerlo en marcha: va a estimular las mentes creativas locales.
Para concluir, expertos y dirigentes políticos europeos a los que he podido leer, señalan, entre otras muchas cosas, sobre la Nueva Bauhaus, que nos traerá nuevos estilos de vida. Que abre puentes, por un lado, entre la ciencia y la innovación y por otra parte entre el arte y la cultura.
Sin lugar a dudas, tenemos las ganas, las instituciones están en ello y la gente implicada en desarrollarlo están expectantes y dispuestas a la espera del silbato de salida.
