Durante los meses de verano, en los que los días parecen no acabar y disponemos habitualmente de mucho más tiempo libre o para el ocio, se prestan a que las actividades culturales proliferen en nuestros pueblos y ciudades.
Dentro de este ámbito se pueden incluir un amplísimo elenco de ofertas que van desde el teatro, la música, el arte, los talleres literarios, el deporte, los mercados de época, la pedagogía sobre antiguos oficios y la artesanía, el cine en escenarios al aire libre…
Cada categoría puede tener un acceso restringido a una élite interesada en determinados temas o, lo que viene siendo mucho más frecuente, una popularización o extensión a lo que desde el mundo audiovisual nos enseñaron a conceptuar como la cultura de masas.
Afortunadamente, ya no es el privilegio de la cuenta corriente el que marca poder permitirnos disfrutar con expresiones artísticas y culturales que enriquecen nuestras vidas.
Las instituciones públicas vienen apostando por su generalización. Si bien Extremadura y, en especial algunas de sus ciudades, se ha caracterizado por tener una excelente oferta cultural durante los mese de otoño hasta la primavera, motivados por las especiales condiciones climáticas, no lo es menos, que desde hace unos años son impresionantes las posibilidades que nos ofrecen los distintos escenarios en verano.
De esta forma estamos asistiendo durante los meses estivales a una profusión de un turismo de gente que, al margen de buscar en nuestras tierras la tranquilidad de pueblos, valles, montañas, ríos y pantanos, decide venir a visitarnos por la exquisita muestra de actuaciones en cualquier de los aspectos culturales que venimos citando.
Siempre será positivo la convivencia de diferentes culturas, pueblos y personas venidas de todas partes. Siempre será positivo que los propios autóctonos conozcamos y nos deleitemos con lo que podemos ofrecer desde dentro de cada una de nuestras casas. Y sobre todo, siempre será deseable que podamos conjugar el salir fuera a conocer otros mundos, con conocerlos desde aquí y con darnos a conocer nosotros mismos a componentes de otras culturas.