Cada vez que sucede una catástrofe, una guerra, un conflicto social, en definitiva un drama, suelen venirnos a la cabeza expresiones tan comunes como las que apelan al empecinamiento en no aprender de experiencias anteriores.
En ese sentido, no está de más recordar, que somos lo que somos por acumulación. Es decir, no podemos tapiar las ventanas del pasado. No podemos obsesionarnos en una defensa a ultranza del presentismo, como pasa en muchas ocasiones con generaciones jóvenes movidas por el impulso que da la aceleración de la vida, o por el contrario, por nostálgicos del inmovilismo que se aferran a la huida del riesgo que pueden provocar las constantes innovaciones.
Siempre he buscado la compatibilidad en la lucha por la defensa de todo tipo de derechos ( y obligaciones) humanos como: el trabajo, la vivienda, la vida, la diversidad, la opinión o la libertad de expresión…. con la persecución de mantener incólume las llamas de lo que la Historia nos ha ido legando. Tanto en positivo, como en negativo.
Esta es la labor de la Memoria, que junto con el análisis objetivo y científico de lo que sucede a nuestro alrededor forman un binomio que nos enriquece y ayuda a los servidores públicos a desarrollar mucho mejor nuestro trabajo.
En ese sentido, me tendrán en frente de aquellos que pretendan pugnar por el olvido. Mientras tenga un hálito de fuerzas reivindicaré la permanencia en nuestras vidas de las lecciones de aquellos, tanto personas como acontecimientos, que nos precedieron.
Además, hoy lo que antes buscábamos en los archivos, en las hemerotecas, en la charla distendida con los ancianos, lo podemos encontrar en un mundo inacabable digitalizado.
Nunca como ahora hemos tenido tanto acceso a la información. Por esa razón, no cabe, como indicábamos al comienzo de nuestra columna, que todavía quede gente que, en aras de un supuesto y falso humanitarismo, mezclen perdón con conocimiento. Confundan el futuro como una infinita secuenciación de momentos continuos. La simplicidad versus la profundización. El análisis contra la ligereza. La concentración frente a la dispersión.