Aplauso sin fin ha sido el título de la novela ganadora en el Premio Literario que la Diputación de Cáceres concede todos los años. El argentino Martín Cristal nos traslada a un mundo de vidas paralelas, donde el sueño y la realidad se funden. Como en la propia vida de la mayoría de la gente.
En medio de una gala, espectacularmente atractiva e interesante, pudimos entrar en contacto por teléfono con los ganadores de las distintas categorías. En el caso de Martín, la sorpresa que se llevó le pilló, precisamente, cuando iba a trabajar. Algo que puede parecer anecdótico, pero no lo fue, desde el momento en el que nos desveló que vivía de la literatura. Iba precisamente a impartir un taller, entendimos que de escritura.
La labor en este sentido de instituciones, como la Diputación de Cáceres, no se podría llegar a entender sin el entusiasmo de los que dirigen las distintas áreas. Aquí debemos detenernos en la omnipresente figura de Álvaro Sánchez Cotrina, quien se ha convertido en un dinamizador imprescindible de la cultura en la provincia de Cáceres.
Volviendo a la novela, nos encontramos con elementos curiosos como el pasar de un poeta que se dedica a leer en público y malvivir en ferias a, en ese mundo paralelo, onírico, del que hablábamos al principio, un escritor en prosa de fama mundial. Todo ello aderezado con la relación que mantiene con su esposa, con su hijo ( vivo y muerto a la vez). Dos vidas en completo contraste. En definitiva, una obra de la cual no tuvimos en el Jurado la mínima duda de que era la ganadora entre todas las finalistas.
La participación en un Jurado te permite no simplemente leer y, con ello disfrutar de otros mundos, también analizar, conocer, intercambiar… experiencias con la gente que te rodea y a la vez contigo mismo. Tomas notas, reflexionas, te evades y buscas similitudes con hechos que han acontecido. O que tu supones que han acontecido.
Esperemos que se sigan impulsando este tipo de actividades. He de resaltar que me encantó comprobar la existencia de cantera. La presencia de profesores y alumnos en la sección dedicada a los escolares, que según me comentaron, alcanzó notable calidad. La cantidad de originales llegados, tanto en novela, como en relatos cortos y en poesía, viene a demostrar que, en un mundo digital, como en el que nos rodea, podemos simultanear la profundidad de un texto elaborado, con la simplicidad de los escasos caracteres que permiten algunas redes o la profusión de imágenes con las que aderezamos nuestras entradas.