Vivimos una época de encuentros. De negociaciones. De máximos y de mínimos. De principios y de sillones. De personas y de tacticismos. Por eso llama mucho la atención que tanto en la futura composición del Gobierno de España y/o del debate de investidura, como en Extremadura con los Presupuestos, a la mínima surjan las dudas hacia la credibilidad de los interlocutores.
De esta manera se extiende la mácula de la sospecha hacia un Partido por lo que supuestamente se juzga hizo en el pasado. Se mezcla la parte con el todo. Se obvia que presuntos malos comportamientos ya fueron juzgados por las urnas. Se olvida que estamos en un tiempo nuevo. El de las personas y también el de las ideologías.
Se cuestiona que uno lo vaya a hacer bien cuando antes se “hacía mal”. Se tergiversa por tanto, el sentido del voto, pasando por alto que, fruto del hartazgo, la gente te ha elegido para cambiar. A mejor.
Así pues, pasa el tiempo y mientras tanto en nuestra tierra, pese a que algunos entiendan que es demagogia: cuesta cobrar la renta básica, no se pueden emprender acciones efectivas para luchar contra el desempleo tal como uno quisiera, los compromisos electorales se ralentizan….
Y en el resto de España nos sumimos en la incertidumbre. El gobierno en funciones no está. El protagonismo ha pasado a los nuevos actores. Los ministerios están casi de vacaciones. Todos los actores implicados están fundamentalmente preocupados por su futuro más próximo. Por eso nadie se atreve a planificar con rigor, dado que se duda de la continuidad.
En este sentido, cobran máxima actualidad los versos de Fito: “quiero estar cerca de ti, lo más lejos a tu lado”. Pena da que para un sector importante de eso que denominan clase política quede sólo en palabras. Mientras, los socialistas seguiremos atendiendo las llamadas de los humildes, del que te pregunta por problemas concretos, del que busca soluciones a su vida diaria. De esas clases medias y bajas que al paso que vamos corren serios riesgos de perpetuarse en la pobreza. Y no es ninguna exageración mediática.