Un año más los socialistas cacereños hemos celebrado un espléndido día de convivencia en el Valle del Jerte. Estas Jornadas te sirven para comprobar in situ el valor de la ideología. Para desprenderte de prejuicios al contrastar opiniones o puntos de vista sobre la actualidad que pueden no ser inamovibles. A convencerte de que hay muchas más visiones de la realidad de la que uno pretende o le hacen ver.
Es nuestra gente. Aquellos que te cuentan la vida real. La de las dificultades de sus hijos, la de las dudas ante la tardanza en una intervención quirúrgica que parece no va a llegar, la de la preocupación ante unas inminentes oposiciones, la del concejal de pueblo preocupado por la preparación de los próximos actos en su localidad.
Pero es también el momento en el que se produce la comunicación verbal directa entre sus dirigentes y ellos. Es el instante en el que escuchan con fervor hablar del ansia de igualdad, de historias centenarias, de contrición por los errores cometidos.
Son minutos en los que la pasión desborda la atención. En los que se reivindica explicar las cosas que se han hecho y sobre todo las que se van a hacer. En las que se pide comparar cómo estamos y cómo estábamos.
No cabía la menor duda de que nos encontrábamos ante un buen número de futuros alcaldes y alcaldesas. Se veía en sus caras y en las de su entorno. Se apreciaba en sus palabras. Se desprendía de sus proyectos de inminente futuro.
Casualmente eran horas antes de que se comenzara el escrutinio de las elecciones en nuestra Comunidad hermana. Andalucía estaba hablando y en Extremadura muchos “pacos” y “ curros” destilaban ilusión. Éramos conscientes de que el empujón hacia la izquierda que viniera desde allí iba a incrementar para el PSOE el número de escaños en la Asamblea de Extremadura.
Dentro de unos días los cerezos del valle del Jerte inundarán nuestros ojos de luz. En un par de meses sus abundantes frutos harán que la vida renazca en miles de economías humildes. Simultáneamente se están produciendo en la vida política acontecimientos que para los socialistas tendrán paralelismo con lo anterior.
Desde las 10 de la noche del pasado domingo 22 estaba claro: la Reconquista había comenzado en el Sur. Como los cerezos, seguimos avanzando.