quiron 2025
Región Digital
Región Digital
Suscripción gratuita
  • 31 may 2025

Eso que llaman amor…

14 abril 2014

Hablar del amor es harto difícil. Dios es Amor. Que es el amor supremo. Y el hombre que ama al otro se convierte todo él en amor.

Hablar del amor es harto difícil. Dios es Amor. Que es el amor supremo. Y el hombre que ama al otro se convierte todo él en amor. Pero el amor está en todo el Universo. Aquí y allí. En la flor que se riega. En el pan que se da al pobre. En un bello crepúsculo. En un día de cielo increíblemente hermoso. En la brisa del mar. En el regalo que se ofrece. En un libro de poemas. En una novela de pasión. Al dar un paseo entre celindas. Al dar un beso de amor o de pasión enamorada…

El amor es como el agua que queremos coger con la mano para llenar un pozo, y es imposible colmarlo. No es posible asirlo. Abarcarlo. Tenerlo todo para sí. Porque el amor es más que un océano. Más que todas las montañas del mundo. Más que toda una Galaxia. Más que toda una vida, por muy longeva que sea…

El amor es como el fuego que, si no se comunica, se apaga, dice el proverbio. El amor es uno de los misterios que tiene más definiciones que ninguna cosa. Porque es algo que será apetecido por todos los hombres y mujeres que en el mundo han sido y existirán. En esto no puede haber discusión.

Y es que el amor no tiene cura, sólo se puede curar con otro amor, sea de la clase que sea; porque, de lo contrario, surgirá un vacío tremendo, aniquilador, destructivo. Por eso, alguien escribió que, en amor, demasiado es todavía poco. Y el mismo San Agustín, diría: “La medida del amor es amar sin medidas”. Y Calderón de la Barca no tiene empacho en afirmar que cuando el amor no es locura no es amor…

El amor puede dar la felicidad, aunque puede uno ser feliz sin amar. Pues la Naturaleza es sabia y sabe repartir sensaciones, ya que no hay sólo volcanes proyectando lavas de pasión, ni estruendosos efluvios de afectos, sino también el campo se llena de placidez, de limpia moderación, de caminos de paz y silencio, de trabajo reconfortante, sin necesidad de escalar fuegos amorosos a cada instante.

Hay muchas clases de amores: al hermano y a la hermana, al hombre y a la mujer de los que estamos enamorados, el amor al niño, al adulto y al anciano, a la persona feliz y a la desgraciada. Y hay un amor inmenso en esos misioneros, vinculados de por vida con multitudes que no tienen nada, pasando hambre y penurias sin tasa. Y en esas monjas de la caridad, en los enfermeros, y en esa ONGs que abandonando sus carreras logradas con grandes sacrificios, y se dedican, exclusivamente, a volcarse en los demás, dejando toda clase de comodidades.

El amor ha sido el eje de todo poeta, la rueda en la que ha dado vuelta en todos los instantes en que toma la pluma y escribe del alma, de los deseos, de la pasión, del sufrimiento…Hay un poeta, precisamente nuestro, Gabriel y Galán, que tiene esta definición hermosa de amor: “ Me enseñaron a rezar/ enseñáronme a sentir/ y me enseñaron a amar, y como amar es sufrir/ también aprendí a llorar…”

OPINIÓN DE NUESTROS LECTORES

Da tu opinión

NOTA: Las opiniones sobre las noticias no serán publicadas inmediatamente, quedarán pendientes de validación por parte de un administrador del periódico.

NORMAS DE USO

1. Se debe mantener un lenguaje respetuoso, evitando palabras o contenido abusivo, amenazador u obsceno.

2. www.regiondigital.com se reserva el derecho a suprimir o editar comentarios.

3. Las opiniones publicadas en este espacio corresponden a las de los usuarios y no a www.regiondigital.com

4. Al enviar un mensaje el autor del mismo acepta las normas de uso.