Gentilhombre de Cámara del Rey Alfonso XIII, era un título que venía a corresponder al de “hidalgo”, en el conjunto de la nobleza; algo que le daba brillo, pompa y dignidad a nuestro ilustre personaje, cacereño. Y más en aquella época “dorada” en que el ambiente social estaba coronado, de alguna manera, por esa rancia cúpula nobiliaria, de especial predicamento en el pasado.
Un título que le hacía acceder fácilmente, a los cargos de la municipalidad, siendo Alcalde de Cáceres, desde abril de 1920 a noviembre del mismo año ( un año escaso). Posteriormente, sería designado Presidente de la Diputación, a lo largo de tres etapas; a saber : de1924 a 1925; desde este año a 1930; y, desde 1937 a 1938. Sabido es que su curriculum en tales lides provinciales respondería a su bien hacer, probado rigor e ilusionados deseos de servir a Cáceres, de donde era natural.
Nacería en dicha ciudad, en 1890, en tiempo de la regencia de María Cristina, ocho antes de la fecha mítica del 98, mojón histórico, verdaderamente decisivo en tantas cosas para nuestra Patria, en que, de modo crítico, se empezaron a ver las costuras de muchas instituciones que necesitaban mejor funcionamiento y una atención a las masas populares, con sectores que no lograban tener atendidas las más primarias atenciones.
Se trataba de una especie de un antes y un después de cómo los españoles tuvieron que interiorizar muchas cosas que, más tarde, deberían tener otro giro, más hacia la modernidad y la actualización de las instituciones y organismos en provecho del ciudadano medio. Como así fue. Sus grandes hombres marcaron una época de la que aún restan huellas de tanta hondura ideológica, cultural, y de un impacto de recia dramaticidad histórica
Sus padre era Adolfo López-Montenegro Sáez de la Laguna, que, como puede observar el lector, la apabullante carga onomástica no podía ser más rancia y llena de aquel brillo que estaba tan de moda en una sociedad en que los títulos nobiliarios tanto pesaban.
Nuestro insigne caballero fallecerá a los 82 años, el 21 de julio de 1972. Un óbito que no pasaría desapercibido para los cacereños por sus méritos contraídos, sus servicios a la ciudad, de la que estaba enamorado, con un cacereñismo total y sin paliativo.Los hermanos, entre todos, fueron cuatro, a saber: Francisco, Gonzalo, María y Dolores.
Muy joven, comenzó sus estudios de Primaria y Bachillerato en la localidad pacense de Villafranca de los Barros, donde los jesuitas tenían un colegio de gran proyección popular, aunque sólo las élites de la región y provincia tenían acceso a él, por ser de pago y éste prohibitivo para las clases modestas. Su profesorado era selecto, a cargo de la orden de los Jesuitas, que tantos regueros de ciencia, virtud y recursos educativos han ido dejando hasta nuestro días. En años posteriores, el joven Gonzalo López Montenegro cursaría estudios de derecho en las universidades de Salamanca y Deusto, ésta también a cargo de la orden de los jesuitas. Eran las universidades, por aquel entonces, de más brillo y categoría.
Era muy aficionado a los toros, siendo un gran amigo de dos de los toreros más conocidos en su época, como Juan Belmonte, verdadero monstruo en la plaza, y “Bombita”, a los que agasajaba, entusiasta, cada vez que venían por la ciudad de Cáceres, para torear en su coso; que, todavía, existe, aunque con las huellas de cierta vetusta amtigüedad, y poco agraciada; aunque debe considerarse amplia y espaciosa.
Gran viajero don Gonzalo, y siendo un seguidor fervoroso del entonces padre del Príncipe Juan Carlos, don Juan de Borbón,- que no pocos lo consideraban como si fuera el rey Juan III-, asistió a la boda de éste, en la ciudad de Roma, con María de las Mercedes, el 12 de octubre de 1935, un año antes de iniciarse la guerra civil de 1936-39.
Boda que sería oficiada por el Legado papal, Cardenal Elias Dalla Costa, siendo un verdadero acontecimiento, por la concentración masiva que tuvo lugar, con más de con más de 10.000 personas.
El seguimiento de don Juan por don Gonzalo, como integrante cualificado de la nobleza española, le hizo involucrarse en infinidad de visitas que giró a la localidad portuguesa de Estoril, donde residía el Conde de Barcelona, en compañía de otros cacereños; concretamente tenía casa en la denominada“Villa Giralda”, un modesto palacete, que no fue otra cosa que un entrañable trozo de España anclado en Estoril.
El 21 de noviembre de 1965 le prestaría uno de sus últimos servicios: En Guadalupe pronuncia un discurso destacando los valores del ilustre exiliado, con motivo de regalarle una imagen el Monasterio, estando presentes los entonces Príncipes, don Juan Carlos y doña Sofía..
Desempeñó también don Gonzalo el cargo de Jefe Provincial Patriótica, durante la dictadura del general Primo de Rivera. Al ocupar el puesto de Alcalde de Cáceres, diría estas solemnes palabras:
“Al ocupar este puesto, en pro de los intereses de este pueblo, pondré lo único que tengo: mi buena voluntad, de la que creo no me hará la injusticia de dudar ningún cacereño”. Tenía sólo 30 años, cuando recibe este cargo.
Las elecciones municipales se celebrarían el 10 de febrero de 1920, presentándose nuestro protagonista por la “coalición monárquica, constituida por elementos de las facciones, liberal y conservadora”. Se llegaba, de este modo, a un cierto equilibrio entre los concejales monárquicos y socialistas.
Por lo que respecta a su programa de gobierno municipal, débese significar que éste se hubo de desarrollar, sobre todo, en estas dedicaciones:
-.La construcción de escuelas y su intento de solucionar el problema del agua en Cáceres. En segundo lugar, la construcción y reparación de carreteras y caminos vecinales. Tuvo, así mismo gran interés por el Hospital-Manicomio de Plasencia, a donde eran trasladados los enfermos mentales del Hospital Provincial de Cáceres. Y gran interés, así mismo, por la Casa-Cuna, Hospital de la Maternidad, Hospicio y Colegio de la Inmaculada que adquirió restaurándolo, para hospicio de niñas...
-.Durante este tiempo, fueron subastadas las obras del nuevo Cuartel de soldados de la ciudad.E inauguración de las líneas autocares: Cáceres-Alcántara, y Cáceres-Montánchez... Sin poder obviar las actividades de carácter social, adjudicándose un número de “casas baratas”, por sorteo, como cuando vio la luz “Los Amigos del Niño”, una asociación de sello específico.
Como Presidente de la Diputación, se han de significar estas actuaciones:
1924-25: Llega a Cáceres Primo de Rivera, en 1924, y Alfonso XIII, a la finca de Las Claverías. En 1928, Alfonso XIII, visitaba Cáceres.
Según Memoria elevada al Subsecretario Gobernación:
- Gestión y dinámica: Apartado de Hacienda, en que se habla de “acertada gestión”, siendo la Diputación acreedora. Aunque, luego, ante cierta precariedad de fondos, se suprimen los gastos superfluos. Y se ponía orden en los demás gastos.
- Beneficencia: Los servicios estaban “atendidos; se regulan las plazas de médicos, que serían provistas “por rigurosa oposición”; se revitalizan los talleres de la Diputación, “para que los niños aprendan un oficio”.
1925-30: Nueva Memoria (1925) que explicita la gestión de esta nueva etapa, la más larga: en que se controlan las “estancias” diarias en los Hospitales de Cáceres, lactancia de niños expósitos; se levanta una sala de operaciones, nuevo control sobre las “nodrizas” que sólo se movían por un espíritu de lucro; se anuncia una “Casa de Salud” en Plasencia. Y nuevos servicios: Instituto de Higiene, servicio de Puericultura; la Diputación contrató la reclusión de indigentes con las “Hermanitas de los Pobres”; se realiza un anteproyecto con diversas líneas de ferrocarriles; se arreglan caminos vecinales; sostenía la Diputación en Las Hurdes 10 escuelas de Instrcción Primaria.
Memoria de 1927: La Beneficencia será algo prioritario: Instalación “Rayos X,en Hospital CC, sala operaciones, instrumental moderno, lavadero mecánico, vaquería. Es organizada la “Gota de leche”, la fundación de la Casa-Cuna, como “algo muy moderno y avanzado”. Se emprende un “vasto Plan” de caminos vecinales, de 508; préstamos al fomento de la cultura; se establecieron “viveros” en la provincia, y se promocionó el Libro.
-Otras gestiones y proyectos:
Tomó parte la Diputación en el proyecto de construcción del Puente sobre el Tajo, en Alconétar. Y ante la precaria situación jóvenes labradores; se aprueba el expediente de obras del puente del río Tajo. Se reformaba el Hospital Provincial y era instalada la Casa-Cuna. (En 1926, se inauguraba el Gran Teatro y en 1928, el edificio de Correos y Telégrafos).
Dimite, a pesar de la presión de sus compañeros para que no lo haga.
1937-38: Toma posesión 2 días después del bombardeo de Cáceres, a pesar de no desearlo, por presiones de “arriba” y a ruego del Gobernador Civil. Tienen lugar algunas depuraciones en el Palacio Provincial, por decisión expresa del Gobernador, (Francisco Sánez de Tejada); se reconstruyen puentes y se mejoran caminos vecinales.
Cesaba en el cargo el 11 de agosto de 1938, en plena guerra civil, por orden directa del citado Gobernador.
- En mayo de 1937, López Montenegro hacía un informe , en “escrito de clemencia”que le había pedido la familia del procesado Antonio Canales, en términos muy positivos, a pesar de los distantes posicionamientos políticos de ambos. Pero, por desgracia, tal escrito no surtió ningún fruto. Y se hubo de llegar a unas de los fusilamientos más injustos, pues siempre se considero un hombre honesto, y servidor de Cáceres.
- Elecciones Municipales del 12 de abril de 1931.
Convocadas por el almirante Aznar, López Montenegro se convierte en el auténtico muñidor de la preparación de la campaña protagonizada por los monárquicos, conservadores, citando en su palacio de “Los Golfines de Arriba”, a muchos prohombres de Cáceres.
En su intercambio epistolar se observa su dedicación total a reclutar votos para la ocasión. En una jornada, sin incidentes, transcurrió la jornada de las elecciones, que ganó la conjunción republicano-socialista y perdió la candidatura de coalición monárquica, en que iban López Montenegro, José Rosado, Andrés Sánchez de la Rosa y Juan M. Fernández Sorisa, no siendo elegidos, quedando el Ayuntamiento compuesto por 11 socialistas, 10 monárquicos y 3 republicanos. Alcalde: Antonio Canales.
-Franco establece su cuartel general en Cáceres, en plena guerra civil,
Al anochecer del día 25 de agosto, de 1936, un comandante de Estado Mayor, enviado por Franco, se entrevistaba con L-M., a quien anunciaba el “deseo del Gral. Franco de utilizar su mansión como Cuartel General”, según datos del periodista, Germán Sellers de Paz. “A fortiori”, hubo de conceder tal petición, pues no se podía obviar la responsabilidad y el peligro que tal gesto suponía para la familia que allí vivía. Por otra parte, quizás juzgara la actitud del general golpista, por ver en ella la esperanza de posibilitar el regreso del Rey Alfonso XIII.
El general Franco, una vez ha tomado posesión del palacio”Los Golfines de Arriba”, de Cáceres, será recibido por los cacereños con un verdadero baño de multitudes de Franco, asomándose al balcón central del palacio, a las 12, del 6 de septiembre, acompañado de L-M. y altos militares, entre otros por el general Kindelán.
Por segunda vez Franco ha de asomarse al balcón, ante la multitud que lo aclama: es en la noche del 27 de septiembre, con Kindelán, Mola, Millán Astray y Yagüe. En este momento, el coronel Yagüe anuncia: “Ya tenemos nuestro Caudillo.Ya tenemos nuestro mando único”. Franco así se convertía en el Generalísimo de las fuerzas sublevadas contra la República, régimen legalmente designado por el pueblo en unas elecciones democráticas
El 3 de octubre Franco trasladaba su Cuartel Gral. al palacio episcopal de Salamanca. Había permanecido, en total, en Cáceres 37 días completos y unas horas más.