14 septiembre 2020
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Concretamente, la fundación del expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra plantea al Ejecutivo Regional un plan de infraestructuras urbanas de galerías subterráneas y electrolineras públicas para dar inicialmente a la respuesta a la demanda ciudadana que "va a llegar inmediatamente" con los coches eléctricos.
Este plan, que tendría un plazo de ejecución de entre 5 y 10 años, puede tener un coste aproximado de 22.000 millones de euros, y requeriría un volumen de mano de obra de 170.000 puestos de trabajo directos, y con el mismo se pretende que Extremadura aspire a convertirse en la región con "más electrolineras por número de habitantes del mundo".
De este modo lo ha explicado durante su participación esta tarde en un curso del 'Campus Yuste' sobre Europa el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien ha desgranado que el 65% del coste aproximado del plan que su fundación plantea a la Junta de Extremadura podría financiarse con cargo a las medidas que se van a adoptar por la UE para combatir los efectos de la crisis del coronavirus.
El montante restante, sin descartar algún tipo de contribución especial a pagar por los usuarios de las electrolineras públicas que plantea el proyecto, se financiaría --según ha indicado Ibarra y recoge Europa Press-- con el retorno fiscal de la actividad económica desarrollada a través del IVA, cotizaciones a la Seguridad Social, impuesto de sociedad, IRPF en las rentas del trabajo y beneficios del empresario.
"Parece obvio que el camino más racional para su implantación es el diseño, desarrollo e instalación de prototipos estandarizados y homologados de galerías subterráneas por las que fluiría de modo soterrado toda la red de distribución eléctrica y sobre la que se instalarán los puntos para la recarga de baterías de coches eléctricos, electrolineras públicas, al ritmo que creciera la demanda ciudadana", ha señalado Ibarra sobre el proyecto de su fundación.
Junto con ello, ha añadido que, según el proyecto en cuestión, "las galerías subterráneas tendrán vocación multiusos lo que implicará la obligación para todos los suministradores de soterrar todas las conducciones alámbricas existentes y enganchadas en fachadas o soportes aéreos".
ZONAS VACIADAS
Por otra parte, Rodríguez Ibarra ha apostado también durante su intervención por impulsar en Europa políticas en las zonas rurales que eviten el "vaciamiento", con medidas que "garanticen derechos" en Educación, Sanidad, tecnologías, "con independencia del lugar donde vivan".
"La cohesión desde la perspectiva regional exige que en la próxima década el problema ya no va a ser cómo gobernar en zonas despobladas, sino cómo gobernar zonas o núcleos urbanos superpoblados, porque la tendencia es a vivir en ciudades abandonado el mundo rural y, como no se va a poder "llenar lo vacío", sí que se puede "impedir el vaciamiento" con medidas que lo permitan.
En este sentido, ha considerado como necesario una revisión normativa para que "la Europa rural no se vacíe", para lo que considera que hay que adaptar la normativa europea y nacional a la realidad sociológica del mundo rural, dejando por ejemplo de exigir a los pequeños artesanos rurales para su negocio "las mismas exigencias que a cualquier gran empresa", y aplicando una política de recuperación de viviendas en los pueblos, entre otras medidas.
