En 1980, el profesor Juan Rosco y su esposa Luisa Téllez difundieron la existencia de una singular edificación enmarañada entre las zarzas junto a Alcuéscar al pié de la Sierra del Centinela, en las estribaciones orientales de la Sierra de San Pedro. Era la Iglesia Visigoda de Santa Lucía del Trampal.
El entorno es mágico, como bien apreciaron con toda seguridad los habitantes de la zona en época prerromana y romana. Existe una fuente en las inmediaciones de la Iglesia que la dota de una rica vegetación, tanto autóctona como de otras...
Ver noticia completa
