03 abril 2020
La Red de Servicio Civil de Cáceres ante el coronavirus (RedCor) ha repartido en estos días unos 1.000 kilos en productos de primera necesidad para más de 200 familias en la ciudad, que afrontan la tercera semana de confinamiento con escasos recursos económicos.
Concretamente, los alimentos, procedentes del Banco de Alimentos, han llegado a los usuarios de la Conferencia San Vicente de Paúl de la barriada del Espíritu Santo.
Por su parte, ACISJF, colaboradora también de RedCor, ha sido otro de los puntos de entrega de alimentos. En esta tarea han colaborado más de 15 personas voluntarias, que han realizado trabajos de embolsar y distribución los productos, con ayuda de la Policía Local, que se ha encargado de la seguridad de familias y voluntariado para mantener las distancias y garantizar la seguridad.
También se ha realizado otro reparto en el centro de las Misiones Eucarísticas de Nazaret, donde ha tenido que hacerse de forma personalizada. El trabajo se desarrolla en grupos para repartir las tareas que se llevan a cabo.
En concreto, el reparto de alimentos lo coordina Patricia Sierra, miembro de la Plataforma de Personas Refugiadas de Cáceres y fundadora de la ONG Sonrisas en Acción, que mantiene un "contacto permanente" de planificación con el IMAS y con casi una veintena de entidades benefactoras que colaboran con el Banco de Alimentos, tal y como informa REdCor en una nota de prensa.
Con la intervención de varios equipos de voluntariado, la ayuda también ha llegado a las veinte personas sin hogar acogidas actualmente en el albergue municipal del edificio Valhondo.
El reparto ha consistido principalmente en la alimentación, aunque también se ha proporcionado alguna ropa de abrigo de la que disponía Cáritas en la Parroquia de Fátima.
Además, de la distribución de alimentos, la red lleva a cabo otras iniciativas como el envío de cartas a pacientes ingresados para darles ánimos, el apoyo psicológico especializado por colectivos, la creación de material como batas y mascarillas para personal sanitario y la ayuda a domicilio a través de recados, principalmente a las personas mayores que viven solas y que necesitan hacer la compra o ir a la farmacia, una labor que los voluntarios hacen por ellas.
