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Origen de los Mantones Bordados o Mantón de Manila

16 julio 2018

Origen de los Mantones Bordados o Mantón de Manila

En nuestra tierra nos han gustado, nos gustan y tenemos una gran tradición de pañuelos bordados o mantones...

Ya que una de nuestras facetas es el bordado y a petición de un amigo (querido Julio, ojalá algún día pueda escribir la mitad de bien que tú) hoy viajaremos por  el  maravilloso mundo de los mantones bordados, y ya que no todo el mundo conoce el origen, está bien que traigamos aquí la historia del Origen de los Mantones Bordados o Mantón de Manila.

En nuestra tierra nos han gustado, nos gustan y tenemos una gran tradición de pañuelos bordados o mantones, y existe una gran riqueza: sobre lana, crespón, seda…, bordados con hilos o lanas, e incluso con añadidos, cintas, rasos, lentejuelas… Poco a poco os iremos contando y enseñando las distintas variedades y singularidades que tenemos en Extremadura.

Hoy toca hablaros del origen de uno de los pañuelos más extendido y más usado por todo el país a lo largo de los años, un complemento femenino casi imprescindible en cualquier armario, que ha sido objeto de muchas variaciones adaptándose a las modas que surgían con el paso de los años. Hoy hablaremos del Mantón de Manila.

Podemos decir que los denominamos “de Manila” por venir de allí. En Filipinas los españoles estuvimos tres siglos hasta la llegada de los estadounidenses a finales del XIX, Filipinas tiene ese nombre en honor a Felipe II, y era un punto importantísimo en las rutas comerciales españolas que venían de Asia y luego pasaban por América, parte del Imperio Español, en aquellos tiempos.

Asia era el origen de las sedas y de las sedas bordadas.

Hay varias formas en las que nos llegaban. Sedas bordadas, como artículo exótico y de lujo encandiló a las mujeres que vieron en el novedoso colorido y suave tacto un favorecedor complemento para las vestiduras de la época. También hay otra forma de llegada menos exquisita y sin bordar, envolviendo los fardos de tabaco que llegaban de América para preservar las hojas de la humedad de las bodegas de los barcos,

se dice que las cigarreras sevillanas cuando vieron aquellas lujosas y preciosas telas sedosas comenzaron a bordarlas y ponerle flecos haciendo bonitos pañuelos para cubrir sus hombros.

En China se descubrió el hilo de seda, su tejido y utilización unos 2000 años A.C., y continúa siendo el mayor productor de todo el mundo. Y aunque en un principio estas lujosas telas estaban destinadas exclusivamente a la familia Imperial china y a la muy alta aristocracia, el incremento de producción fue popularizando el género.

En Europa y en otros continentes sucedió algo similar, cuando los españoles a través de Manila la fueron introduciendo, en un principio la disfrutaron solo las clases altas y la burguesía, extendiéndose con el paso de los años a todas las mujeres, siendo un artículo muy utilizado, como hemos dicho, por cigarreras, por la gente de la farándula, la que en otros tiempos se llamaban del mal vivir (aquí me ha salido la parte poética, arrabalera y cabaretera que llevo dentro)

El mantón de Manila es señorial y popular, pues lo han llevado en sus hombros la gran señora y la gitana.

 

En un principio eran piezas más o menos cuadradas, que también se utilizaban como colchas, y de diferentes tamaños, traídas por los españoles de China, vía Manila. Y es en España donde se empiezan a adornar con flecos, a bordar adornando con otros dibujos distintos y mayor profusión, ya que en origen solo llevaban cenefas en los bordes. Se le fueron añadiendo los rosetones grandes y los claveles que le dan ese aire y colorido tan nuestro y que alcanzó su mayor esplendor en los mantones de tipo isabelino, que son los de la época de Isabel II, 2ª mitad del siglo XIX, y suelen ser bordados en un solo tono.

 

Actualmente podemos decir que es una pieza imprescindible para la mujer, que a cualquiera le encantaría tener un buen mantón de Manila, o dos (hagan una pequeña encuesta en su entorno) del tipo, tamaño y color adecuado al gusto particular de cada una. El mantón de Manila no debería quedar únicamente para usos regionalistas y folclóricos, al fin y al cabo a todo el mundo nos gusta un poco la farándula, la zarzuela y el cabaret y mucho la elegancia, el buen vestir y la clase que un mantón de Manila presta a cualquier atuendo.

 

SANCHA TRADICION POPULAR.

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