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PABLO PLAZA, UN GOBERNADOR DE PRINCIPIOS DEL XX EN CACERES

23 octubre 2017

PABLO PLAZA, UN GOBERNADOR DE PRINCIPIOS DEL XX EN CACERES

“Pablo Plaza, en seis meses al frente del Gobierno Civil de Cáceres, desplegó una intensa actividad en un cargo, y fue pintado por Conrado Sánchez Varona”.

Aquellos tiempos, los de comienzos del pasado siglo XX, eran convulsos en el panorama político. De tal forma no resultaba demasiado fácil la perdurabilidad  de los Gobernadores Civiles en su cargo. Como es, por caso, el ejemplo de Pablo Plaza Ruiz al frente del de Cáceres en aquellos principios del siglo XX.  

Los mismos llegaban a sus destinos, se entregaban a los azares, labores y menesteres de la vida pública, con tantos ajetreos, dificultades, sociales, laborales, económicas, humanas, pulsos y complejidades políticas, por lo que dependían en su cargo de una larga serie de circunstancias.

Pablo Plaza, natural de Alcolea de Calatrava, en Ciudad Real. Canalejista de pro, abogado por la Universidad de Madrid, con ambición legítima y propia en la vida política, fue nombrado el 26 de julio de 1906 Gobernador Civil de Cáceres. Contaba, ya, en aquel entonces, 50 años y llevaba 20 de diputado.

Con motivo de su nombramiento se podía leer en el periódico "El Norte de Extremadura" que "la gestión de nuestro amigo será altamente beneficiosa para la provincia de Cáceres, que hasta ahora fue víctima de la intriga y el nepotismo". Y con su llegada, se añade, "en el Palacio Provincial sentarán sus reales la justicia, las persecuciones desaparecerán radicalmente, las reclamaciones de los pueblos serán atendidas, los ruegos del proletario serán tenidos en cuenta, y todos los actos y acuerdos gubernativos llevarán siempre el sello de la más pura equidad”...".

Una ciudad, que le acogió con gran entusiasmo, al menos entre las filas canalejistas, que en Cáceres dirigía el senador José Trujillo Lanuza, que fuera alcalde. Si bien desde el área "chavista", como se conocía a los partidarios de Juan Muñoz Chaves, se quejaban, incluso, desde su órgano informativo, "El Noticiero", de que no se les informara de su llegada a la provincia. A lo que, por cierto, "El Norte de Extremadura" respondía y especificaba, al respecto, que su llegada la sabían "hasta Antonio Mena, dueño del aguaducho de la Plaza Mayor, varios trasnochadores que tomaban el fresco, y el vate Tovar, pregonero de la llegada del señor Plaza".

Asimismo “El Norte de Extremadura” destaca de Pablo Plaza su condición de hombre ilustrado, su caballerosidad y honradez, su seriedad como político, su rectitud en el obrar y su independencia de criterio, por lo que mereció siempre la consideración y respeto de amigos y enemigos.

A su llegada a la estación en el tren correo de Madrid fueron a recibirle las más altas instancias del Partido Liberal Democrático en Cáceres, como Eladio Rodas, Narciso Juanals y Francisco Cruz Quirós, entre otros.

Y entre recibir visitas de autoridades, cuerpo judicial, representaciones de entidades y pueblos, dirigentes de los más variados estamentos y ámbitos sociales y profesionales, viajes por municipios de la provincia y una amplia diversidad de gestiones se le escapaba el tiempo en Cáceres.

Por ejemplo mantener las mejores relaciones con sus correligionarios, guardar las formas con la oposición, intervenir en las desavenencias entre la sociedad de obreros albañiles y patronos, defender las ayudas a la Sociedad de Socorros Mutuos, junto al obispo, Ramón Peris Mencheta, conseguir el Ensanche de la Estación, gracias al ímprobo trabajo de José Trujillo Lanuza, inaugurar “en nombre de Su Majestad el Rey, que Dios guarde”, el curso escolar en el Instituto, "incubador de sabios y artistas", organizar el dispositivo de seguridad de la romería en honor de la Virgen de Guadalupe, viajar a la Villa y Corte madrileña en virtud de sus funciones, autorizar batidas de lobos en áreas de abundante peligro para determinados municipios, como es el caso de Aldeanueva de la Vera, Jaraiz de la Vera, Talaván, Robledillo de Gata, Losar de la Vera “a fin de tranquilizar a los habitantes de aquellos términos que, como es natural, no están tranquilos con la vecindad de tan hambrientas bestias”, tratar de solventar algunos casos de viruela en algunas localidades, prohibir la caza con el hurón…

Entre sus ocupaciones y tareas también figuró el asistir a una gran cena en casa de José Trujillo Lanuza, que fuera alcalde de Cáceres y senador, con D. José Sánchez Ramos, ilustre y opulento español, residente en México e hijo político del ex presidente de dicha república, D. Benito Juárez, junto la compañía de Luis Grande Baudesson, Eloy y Andrés Sánchez de la Rosa y otros destacados hombres públicos de Cáceres.

Al día siguiente estuvo presente con los mismos en la corrida grande del 8 de septiembre, en la que hicieron el paseíllo los matadores y cuadrilla de Antonio Fuentes y Ricardo Torres, alias Bombita, que despacharon seis toros de la ganadería de los hermanos García Becerra, que, según firmaba Esteban, en el periódico ABC, "han hecho una brava pelea en varas, matando doce caballos. A los otros tercios han llegado bravos y nobles". Fuentes y Bombita lucidísimos toreando en banderillas. Con el estoque también superiormente siendo ovacionados con gran entusiasmo".

Su presencia, sus relaciones sociales y es de suponer que su labor debió de calar en Cáceres hasta el punto de que un pintor del prestigio de Conrado Sánchez Varona le hizo un cuidado y acertado retrato, que hoy guarda entre sus joyas, su bisnieta Teresa Plaza, en su domicilio de Sevilla.

También señala la prensa que nuestro gobernador se curó de la dolencia de un pie, ordenó un cacheo “que dio magnífico resultado, pues se recogieron muchas armas a los individuos de conducta sospechosa” y abrió un Registro para la reforma del Servicio de Mozos de Cuerda, bajo la inspección del Sr. Martínez

Ya, en fecha 17 de enero de 1907, cuando Pablo Plaza había tomado la medida a la provincia, por esos azares de la vida se despidió de la provincia camino del Gobierno Civil de Avila para, en 22 de febrero de 1910, acceder al de Albacete.

El mismo cuenta, hoy, con calle en su localidad natal.

NOTA: 

1.- La fotografía de Pablo Plaza Ruiz ha sido facilitada por Gonzala Plaza Serrano, coordinadora del libro “Historia en Imágenes. Alcolea de Calatrava”.

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OPINIÓN DE NUESTROS LECTORES

Angel Ruiz Cano-Cortés 23:54 26 octubre 2017

Brillante descripción de las circunstancias y de la situación politica del Cáceres de principios del Siglo XX. Trasveinte años como Diputado, Pablo Plaza entiendo que perdió influencia y poder político al aceptar el Gobierno Civil de una de las Provincias más modestas de España sobre todo en aquella época. Avila y Albacete compartían también esa poca relevancia, pero eso no merma un ápice su valía personal y política, que puede ejercitarse en cualquier situación y territorio. Un interesante y revelador Articulo

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